released May 7, 2009

Azotan los albores del nuevo mileno. Cuatro músicos cántabros que tocan juntos aspiran a ser mejores y -seamos sinceros- hay margen para ello. Pero ¿cómo conseguirlo? Pues a los cuatro locos se les ocurrió que, explorar los límites del rock progresivo, sería la evolución natural a esa inquietud musical.
Desde luego debieron sopesar bien las dificultades nuestros cuatro amigos -Raúl, Carlos, Chus y Javito- para enfrentarse al reto mayúsculo con el que el adjetivo “progresivo” dignifica al rock. Todos, en lo grupal, y cada uno desde lo individual, pusieron su competencia compositiva e instrumental al servicio del nuevo cambio de rumbo: Raúl a la voz principal y bajo; Carlos con los teclados y como voz secundaria, Chus a la guitarra y los backing vocals y Javito en la batería y percusiones.
Como decía el título del célebre disco de Kansas, aquel momento fue el “punto de no retorno”. Desde entonces y hasta hoy el grupo asumió un férreo compromiso con las transiciones elaboradas y con esa riqueza de medios tan característica del rock sinfónico. Atrás quedaban el resto de estilos musicales. Atrás quedaba la búsqueda de una identidad musical. Atrás quedaban otras formaciones fallidas. ¿Y por delante? hasta donde la creatividad les alcanzase. Por delante, el infinito.
Dos décadas después aquellos cuatro locos siguen juntos. Son menos jóvenes pero más músicos. Han crecido las canas pero también la ilusión. Y por eso cada lunes, en los ensayos, siguen removiendo su creatividad para llevar su horizonte compositivo cada vez más lejos, siempre un poco más allá…
Los miembros de la Salamandra actual son intérpretes y compositores pero también producen. Tiene su propio estudio de grabación en el que caben las colaboraciones y el resto de proyectos personales de cada miembro. Y al concebir la música como un modo de realización personal y social, acarician al máximo cada proyecto que emprenden, ya sea propio o ajeno. Los mejores ejemplos son sus dos primeros discos, “Salamandra” y “Reflejo”, que están preñados de guiños genuinos al estilo progresivo: la melodía perfilada, el cuidado de la forma, la armonía sugerente, las densas texturas, las letras sensoriales … toda una riqueza compositiva y tímbrica para envolver al oyente en una urdimbre musical bien hilada que describe un paisaje sonoro específico y especial.
Esta veterana formación siempre ha sido reconocida como un referente del rock progresivo cántabro y, en su trayectoria, ha recorrido varias veces la región para ofrecer un repertorio que siempre ha contado con la aceptación del público exigente. Y ello no hace sino alimentar la ilusión de la banda por desarrollar la línea de las últimas composiciones que han servido para dar forma casi definitiva a su nuevo trabajo “Dame la mano”, un disco conceptual que traza la línea de bandas como Spock’s Beard, Transatlantic, Flying Colors o The Neal Morse Band, por citar solo algunas de las referencias más inmediatas.